Hoy más que nunca siento no poder escribir como el poeta de las mil caras, siento que de mí no caigan caminos para que los pies de la poesía caminen, me entusiasmaba el hecho de poder abrazarte con mis letras, y contarte lo que mi corazón puede oír con tu dibujo.
Espero poder hacerlo con el tiempo y que este borrador me quite el miedo.
He visto en ti esa sonrisa eterna, me desvela constantemente en la noche, la vi cuando caímos en el bullicio feliniano de aquella plaza mística donde se pierde la mirada y se arruga la mente, la vi cuando cenamos en el cometa de la calle cometa, la vi cuando nos sentamos frente al puerto, la vi entre tesoros en el mercado del recuerdo.
Todo ha cambiado desde que escucho el álbum blanco, antes peleaban pestañas en la proa de mis ojos por no ver nada y pataleaban el cielo como unos críos salpicando nubes y grises, ahora es diferente, el mástil clavado en mi alma ondea con fuerza nuestra bandera tras cada abrazo.
Me hubiera gustado llevarte de la mano al sol de cada mañana, al tiovivo que apunta al cielo, al mirador de la torre circular mas bonita de nuestro idilio donde las personas son todo corazón y caminan como queriendo probar cosas nuevas.
Es tarde y no debo seguir despierto;
Ya que mi mala racha llegó rozando diciembre y no creo que pueda verte mañana me pondré una peluca caleidoscópica como si llovieran todos tus colores y brindare por ti y por lo que pueda pasar.
Felicidades Lulamee!
PD: Te quiero como en la canción.
martes, 2 de diciembre de 2008
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